"Hola Dolores - dice la gallega Cándida, hablando por teléfono -. ¿Sabés quién se está por morir? Paco, el relojero. Se le está acabando la cuerda. Anda medio muerto, por eso la mujer se ha puesto de medio luto. Y la que se murió fue la Firmina. ¡De un aire! ¡Qué cosa más tonta! Se hobiera muerto de un ventarrón."
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario